Este 3 de mayo se cumplen 20 años del Aluvión de la Quebrada de Macul, una fecha que está en la memoria histórica de todos y que nos lleva a recordar, reflexionar, pero también a sacar lecciones y denunciar responsables de lo sucedido para que no vuelva a ocurrir.

“Yo creo que la memoria tiene fuerza de gravedad, siempre nos atrae. Los que tienen memoria, son capaces de vivir en el frágil tiempo presente. Los que no la tienen, no viven en ninguna parte.”

(Patricio Guzmán en “Nostalgia de la Luz”).

 

El 3 de Mayo de 1993 ocurrió el aluvión de la Quebrada de Macul. Es una fecha grabada en la memoria histórica de Santiago y el país, han pasado 20 años y esta tragedia aún nos deja lecciones.  Para algunos no es más que una muestra de la naturaleza que de vez en cuando nos enseña cuán poderosa es, pero para otros significa un quiebre trascendental en sus vidas, un nudo que claramente marca un antes y un después.

El desastre  afectó principalmente a la zona precordillerana de La Florida y Peñalolén, dejando  tres poblaciones destruidas, más de 32 mil personas damnificadas y 23 fallecidos. Los relatos y la información de la época hablan de una “lamentable catástrofe natural”, sin embargo frente al crecimiento del radio urbano y condiciones climáticas poco habituales parece  lógico preguntarse hasta qué punto son evitables las consecuencias negativas de estos acontecimientos. A todas luces debiese ser prioridad de las autoridades tomar las medidas necesarias para minimizar los efectos de una condición de riesgo siempre latente, pero a pesar de las advertencias y propuestas de vecinos y organizaciones comunales, hacen muy poco y lo que hacen se hace muy mal.

Lo que a veces se oculta tras el nombre de catástrofe natural, en el caso de la precordillera santiaguina, es derechamente la planificación de un crimen. Existiendo los antecedentes necesarios para determinar los riesgos se pasan por alto, develando la irresponsabilidad de las autoridades y una política de desarrollo territorial miope, pues no incorpora la visión de la comunidad y planifica principalmente en base al lucro inmobiliario, lo que pone en riesgo la seguridad y vida de la población.

Para interiorizarnos sobre los problemas detectados por la comunidad, fuimos a conversar con el presidente de la Junta de Vecinos El Esfuerzo, don Juan Alcaíno, quien vivió la pesadilla del aluvión en carne propia y tiene una larga trayectoria como dirigente vecinal.  Gentilmente nos recibió en su casa y nos mostró en terreno que, a pesar de haber transcurrido más de 20 años, las autoridades siguen sin hacer bien su trabajo (ver fotografías y cronología).

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La forma en que termina la Quebrada de Santa Sofía de Lo Cañas es realmente insólita: Una cámara en la Avenida Canal Las Perdices, donde el agua se desvía hacia el norte a través de un rudimentario zanjón que termina en un punto ciego (hoyo). Una obra sin planificación en donde el agua bajaría por María Angélica o inundaría los terrenos adyacentes hacia el poniente.

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La construcción de estos  edificios  está peligrosamente cerca de la quebrada. Acá lo que puede ser una vista de ensueño en un ambiente rodeado de naturaleza, esconde el  grave peligro al que se exponen sus habitantes.

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Este badén no respeta el libre paso del agua y es un estorbo peligroso para el caudal, ya que posee borde y gran material. Esta situación ha sido denunciada en innumerables ocasiones a las autoridades.

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Todos los años baja un gran torrente de agua por la calle María Angélica desde Alto Macul, donde la separación mínima de cámaras del alcantarillado es totalmente insuficiente, y la constructora no cumple con la condición de que exista una cada 50 metros.

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Quebradas sucias y sin mantención, todos estos elementos perjudican la libre circulación del agua en épocas de lluvia.

PLANIFICANDO TUMBAS

Llegada la dictadura al poder, comenzó a gestarse la actual política de planificación urbana, la cual privilegia la realización de mega proyectos que aumentan la centralización y mala calidad de vida en las grandes urbes. Esta mal llamada planificación construye el caos y genera jugosas ganancias privadas a través del sistema crediticio bancario y de la especulación de mercado, lo que crea falsas proyecciones de crecimiento e incentiva irracionalmente la demanda de viviendas.

Así, las políticas descentralizadoras se vuelven un fracaso, lo que tiene como resultado que Santiago ha aumentado su área urbana de 38.000 a 75.000 hectáreas en 30 años, es decir, crecimos en tres décadas más de lo que habíamos crecido en 440 años de historia.

CRONOLOGíA

 -1993: Aluvión Quebrada de Macul: Se establece un área de restricción de 100 metros a cada lado de la quebrada. No se evacúan todas las viviendas dentro del área, debido al alto costo de su traslado.

-1994: Bajo el Gobierno de Eduardo Frei se aprueba el Plan Regulador Metropolitano de Santiago, el cual eleva la cota de urbanización (de 900 a 1000) y las densidades en la precordillera (de 25 a 650 habitantes/hectárea).

-1995: La empresa Macalto presenta un megaproyecto de 8.000 casas y 150 habitantes/hectáreas al costado sur de la quebrada.

-1995: El Municipio de La Florida, con Gonzalo Duarte como alcalde, aprueba el anteproyecto y, luego de la feroz presión de los vecinos, rechaza los permisos de construcción. Macalto acude a la Corte Suprema. 

-1995: Vecinos se movilizan y logran impulsar un plan seccional que proteja la precordillera.

-1996: El municipio aprueba este plan seccional, el cual baja la densidad a 25 y 50 habitantes/hectárea.  Macalto acude nuevamente a Tribunales.

-1997, agosto: La Corte Suprema falla a favor del nuevo plan seccional.

-1997, octubre: La Corte Suprema acoge recurso de inmobiliaria y obliga al municipio a aprobar el proyecto Macalto, pasando por alto las indicaciones del plan seccional, por haber sido aprobado el anteproyecto con anterioridad a éste. La turbia aprobación del anteproyecto fue determinante.

-2000: Con Pablo Zalaquett a la cabeza, como alcalde de La Florida, se disminuye la subdivisión predial en la precordillera, bajándola de 2000 a 1000 m2. Mientras tanto, continúan vecinos habitando la zona de exclusión.

 -2000: Se aprueba proyecto Jardines de la Viña a los pies de otra quebrada activa, la de lo Cañas.

-2002: Se otorgan nuevos permisos de construcción para Macalto. 

-2008: El Consejo Municipal se compromete en audiencia pública a modificar Plan Regulador Comunal (PRC) para la zona de la precordillera y  evitar megaproyectos en la precordillera.

-2008: Inmobiliaria Gesterra presenta un anteproyecto para la construcción de 1300 viviendas en el Fundo Panul.

-2011: El  Municipio, con Rodolfo Carter a la cabeza, aprueba el anteproyecto inmobiliario en el Fundo Panul.

-2012: La comunidad organizada logra detener el proyecto en El Panul, después de 4 años de oposición.

-2012: Histórica consulta ciudadana en que 22 mil floridanos acuden a votar. El 98% está a favor de proteger El Panul y la precordillera.

-2013: Actualmente aún no se inicia la modificación al Plan Regulador Comunal (PRC) para la precordillera.

MEMORIA Y TERRITORIO: DOS CARAS DE UN MISMO PRESENTE

La conmemoración de los 20 años del aluvión de la Quebrada de Macul, para quienes perdieron familiares y seres queridos, tiene una potente carga emocional; ellos son la dimensión más íntima y fuerte de la memoria. 

Sin embargo, este hecho también forma parte de la memoria colectiva. A partir de este acontecimiento histórico muchos habitantes de la precordillera comienzan a organizarse para participar en las decisiones del territorio que habitan, a través de juntas de vecinos y organizaciones como nosotros, la Red por la Defensa de la Precordillera.

Esta fecha nos hace recordar que el Bosque Panul, entre muchas de sus otras funciones dentro del equilibrio ecológico, es una protección natural que posee la gente de comuna de La Florida frente a aluviones del sector, pero a pesar de esta importancia y relevancia estratégica, sigue amenazado por proyectos que buscan su tala y posterior urbanización.

¿Y EL ESTADO DÓNDE ESTÁ?

La planificación urbana de las últimas cuatro décadas no sólo no incorpora los riesgos inminentes que produce la naturaleza, sino que construye ocultando esta vital información, poniendo en peligro la vida y seguridad de la población que llega a vivir ahí y a sus alrededores.

Por otro lado, el Estado padece amnesia, ya que al asumir una nueva autoridad, esta desecha u olvida por completo los acuerdos y compromisos anteriores. Así, el Estado evade la responsabilidad de proteger la vida de la población entregándosela a la empresa privada, la  cual está más preocupada de lucrar y no de evaluar en profundidad los riesgos, pues esto va en contra de sus intereses.

Los habitantes del territorio afectado jamás podemos participar de este tipo de decisiones, a pesar de ser quienes soportamos directamente esta política criminal de construcción.

Ante este escenario, no queda más que tomar el toro por las astas y ejercer plenamente nuestra soberanía, proponiendo junto a todos los actores sociales una planificación urbana desde la gente. Ocupar el territorio con una gestión comunitaria responsable se hace primordial, ante la carencia e incapacidad del Estado y la voracidad del capital inmobiliario. Somos parte viva del lugar que habitamos, y es nuestro deber y derecho decidir sobre él.

Este 3 de mayo, los familiares y juntas de vecinos invitan a todos a la Misa de Recuerdo de las víctimas del aluvión de la Quebrada de Macul, la cual se realizará a las 20:00 horas en el CIQMA (ex capilla Santa Teresa).

DIRECCIÓN: PUENTE MARÍA ANGÉLICA CON LAS PERDICES, LA FLORIDA.
HORA: 20:00

 

Red por la Defensa de la Precordillera, 3 de Mayo 2013.

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