Una imagen macabra se llevaron las niñas y niños de séptimo básico del Colegio Francisco Varela y guías de la Red Precordillera que visitaban hoy el Bosque Panul. Dos máquinas retroexcavadoras estaban destruyendo la quebrada que viene inmediatamente después de la entrada hacia el sur, además de botar parte de la entrada.
La razón fue una solicitud del alcalde Rodolfo Carter para “limpiar” esta quebrada, que fue aceptada, incorporada y licitada por el Ministerio de Obras Públicas.
Las máquinas ingresaron 50 metros al interior del parque comunitario, para comenzar a “despejar todo elemento obstructivo: árboles, arbustos, raíces, troncos, pastos, bloques, etc”, destruyendo árboles gigantes, que estaban completamente sanos.
La geógrafa de la Universidad de Chile, que colaboró en el Estudio de Riesgos del Municipio de la Florida, Francisca Carrasco, señala que “es absurdo usar unas máquinas que dejaron removido el material, material que antes no estaba ahí, y que estaba estabilizado por estos árboles, los que le estaban dando la firmeza al suelo. La ladera de la quebrada estaba estabilizada. Esos árboles, más que irse aguas abajo, iban a hacer un apoyo para que no escurriera material hacia abajo en caso de alguna lluvia u otro tipo de amenaza. Al ensanchar la quebrada, hicieron algo que en una próxima lluvia puede ir erosionándose hacia los lados, en un suelo que ya sabemos está bien erosionado por la bicicletas. Por lo demás, yo no sé si ellos hicieron un Estudio del Suelo para saber si es que era necesario o no remover y “limpiar” esa quebrada, puesto que ¿cuánto actividad tiene esa quebrada? ¿saben ellos o no? Si no ha tenido actividad en mucho tiempo es porque está muy estable, y ahora la hicieron activa, ¡sobre todo en este tiempo!”.
Por lo demás, las quebradas tienen una importancia vital para el ecosistema andino. Son cursos de agua, tanto superficiales como subterráneos, que permiten la existencia de especies que necesitan más humedad. Por esta razón, llevan corrientes de aire que ayudan a descontaminar la ciudad. La gran cantidad de flora y fauna que albergan generan verdaderos “corredores de biodiversidad”, que de ocuparse mejor, podrían incorporarse y protegerse al interior de nuestra ciudad.
Esta es una medida irracional, un atentado en contra de la naturaleza. La comunidad que defiende el Panul no se quedará de brazos cruzados. Llevamos décadas resistiendo a las inmobiliarias, no serán ahora las autoridades corruptas e incompetentes quienes destruyan este importante ecosistema. No lo permitiremos.
Red por la Defensa de la Precordillera.