Hace 4 meses, el Ministerio de Obras Públicas destruyó 250 metros de una quebrada completamente estabilizada, ubicada en la entrada del Bosque Panul.
Esta obra se enmarcaba en la política nacional de “limpieza de quebradas”, llevada a cabo por la Intendencia, el MOP, y algunos municipios de todo el país, donde uno de los métodos solicitados es el uso de maquinaria pesada.
Lo insólito es que la quebrada intervenida en el Bosque Panul (quebrada Las Tinajas) no estaba considerada en el plan original de limpieza propuesto por la Intendencia y el MOP, sino que fue incorporada posteriormente, a petición del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
La limpieza ejecutada en la quebrada removió todo lo que se encontraba en el cauce (árboles, arbustos, rocas, fauna, etc), interviniendo un estable y complejo ecosistema nativo, y aumentando los peligros ante desastres naturales. Junto a esto, es importante mencionar que la empresa contratista actuó con inusitado apuro, ya que realizó un 20% de la obra en solo un día, siendo que tenía 60 días para ello.
Las mismas autoridades, en visita a terreno, reconocieron que la quebrada no necesitaba el tratamiento dado y que la limpieza se podría haber ejecutado de forma manual.
Al ver esta destrucción (lo que fue certificado por CONAF), la comunidad no demoró en actuar, y logró la paralización de las obras. Posteriormente, se elaboró un completo informe técnico que propone como revertir el daño producido y limpiar lo que queda de quebrada sana, el que fue entregado oficialmente al MOP. Descargar informe (3.3MB)
Por su parte, el SEREMI Metropolitano del MOP, Fernando Soto, se comprometió a limpiar la parte de la quebrada que faltó por limpiar, y a reparar el daño provocado en la parte ya intervenida, de acuerdo a los parámetros y propuestas técnicas entregados por la comunidad, compromiso que aún no ha cumplido.
Estos lamentables daños ambientales ocurren porque no se incorpora a la comunidad que conoce el territorio, sino que son decisiones tomadas por tecnócratas entre cuatro paredes.
Red por la Defensa de la Precordillera, octubre 2017