Una traición a la comunidad: es la única forma de describir la modificación del Plan Regulador Comunal (PRC) que promueve el Alcalde Carter, aprobada por el Consejo Municipal a mediados de octubre  de 2013.

 Una traición a la comunidad: es la única forma de describir la modificación del Plan Regulador Comunal (PRC) que promueve el Alcalde Carter, aprobada por el Consejo Municipal a mediados de octubre  de 2013.

Algunas características de la modificación N°9:

1)      Propone la subdivisión del bosque en parcelas de una hectárea. Dentro de cada parcela la inmobiliaria puede construir 140 metros cuadrados, pero también puede optar por concentrar toda la construcción en un sólo terreno, es decir, perfectamente se puede arrasar con el corazón del bosque nativo.

2)      Esta subdivisión se encuentra establecida desde un principio, sin esperar el resultado de los estudios geográficos que los vecinos estamos exigiendo desde hace años, lo cual no tiene sentido pues debería ser el estudio lo que determine las subdivisiones de la zona. Así lo ha ratificado el propio SEREMI de Vivienda, Juan Andrés Muñoz.

3)      Echa por tierra las demandas que los vecinos impulsamos desde hace ocho años, porque no prohíbe la construcción en la precordillera y por esto no se logra convertir el bosque nativo de la comuna en un gran parque comunitario y sin fines de lucro.

4)      Permite que la inmobiliaria recurra a los tribunales de justicia, dado que por ley el congelamiento de los permisos de construcción no puede durar más de un año, plazo que ya se ha utilizado por la municipalidad sin tener los resultados finales. Entonces la inmobiliaria salvará su negocio y la municipalidad se lavará las manos diciendo que esto ha sido una orden de los tribunales.

Vemos con indignación toda esta demora en cuestiones tan trascendentales, sin consultar a la comunidad y ocultando la verdadera información, justo cuando El Panul sólo se ocupa como slogan de campaña electoral.

No compremos pomadas. El futuro del Panul se está negociando en este mismo instante, entre las autoridades y las empresas. Lo que buscan es conseguir autorización para destruir gran parte del bosque nativo, a cambio ofrecen un “parque” sobre la cota 900, como tantos parques semiprivados que abundan en el país.   El Alcalde Carter mostrará esto como un gran logro de su gestión, pero es el mismo proyecto con que la inmobiliaria pretende comprar a la comunidad organizada desde 2007.

Nuestro proyecto es que El Panul sea un parque comunitario, es decir, sea controlado y gestionado por los propios vecinos, y así sirva como un espacio  de hermandad  y generación de conocimiento y poder popular. Un territorio de aprendizaje, de juego, de desarrollo político y espiritual; un lugar que nos hace dignos cuando buscamos el buen vivir.

Insistimos en nuestro llamado a impulsar una mesa de diálogo y trabajo con todos los actores sociales, porque institucionalmente no hay salida posible, y los defensores indignados del Panul no permitiremos que entre una sola máquina a nuestro bosque.

Exigimos expropiación ahora. Este conflicto sólo se solucionará cuando se entregue la gestión de los bosques nativos cordilleranos a la comunidad. Nuestra democracia está enferma de centralismo y concentración del poder, nosotros humildemente hacemos nuestra parte buscando el control de nuestro propio territorio, de nuestras propias vidas. 

NI UN SÓLO BOSQUE NATIVO MENOS, NO MÁS LUCRO CON NUESTRA VIDA.

 

¡BOSQUE O MUERTE!